ILLA DEL REI
(Basílicas Paleocristianas)
Basílica de la Illa del Rei. Piscina bautismal

LOCALIZACIÓN:

Situación


El islote se halla en medio del puerto natural de Maó, municipio al cual pertenece, y, actualmente, resulta relativamente sencillo llegar hasta él desde el "Moll de l'Hospital" (cerca de la calle Fontanilles de la población de Es Castell), pues cada domingo parte de allí una embarcación para trasladar a los que están restaurando los edificios del siglo XVIII que le dan el otro nombre que tiene, precisamente el de "Illa de l'Hospital" (de aquí también el del muelle, utilizado antiguamente por las barcas-ambulancia). A nosotros nos acompañó muy amablemente un día laborable el señor A. Barber de la fundación encargada de poner de nuevo en buen uso las viejas edificaciones. Los restos paleocristianos se hallan, por lo demás, situados hacia el sector oriental.

Coordenadas geográficas: 4º 17' 21,5" Este - 39º 53' 15,4" Norte
Coordenadas U.T.M.:   Huso 31   X: 610242   Y: 4416155


TÉRMINO MUNICIPAL:

Maó.


DESCRIPCIÓN:

Fue descubierta en Enero de 1888 cuando apareció un mosaico que se identificó como de una sinagoga o villa romana, efectuándose un dibujo más bien esquemático del mismo. La "pieza" se mantuvo in situ y sin protección y se fue perdiendo hasta que, en 1950, fue ordenado el traslado de lo que de la misma quedaba al actual Museu de Menorca.

Entre 1964 y 1966, Ma. Lluïsa Serra Belabre procedió a la excavación del yacimiento, en donde apareció una basílica de tipo sirio-norteafricano rectangular, con tres naves (la central ligeramente más elevada que las laterales) pavimentadas con mosaicos (alguno investigadores creen que sólo tenía una nave, comunicada mediante una triple puerta con una especie de vestíbulo al Norte y considerando muy dudosa lo que otros identifican como la nave sur), chorus (igualmente sobreelevado -unos 10 cm-), sanctuarium rectangular, sin ábside semicircular inscrito, y pastoforias, con la particularidad añadida de disponer de una habitación tras la cabecera, detrás de las tres cámaras habituales, a la cual se accedía por la pastoforia sur, la cual carece del muro oriental de cierre. Este anexo se halla, a su vez, dividido en tres espacios de la misma anchura que las naves de la iglesia. El vaso bautismal, circular, se encuentra en la nave septentrional, justo al lado de la pastoforia norte.

Adosado a la basílica, en el ángulo sudeste, se localiza un gran edificio con fachada al Oeste, en donde se abren dos puertas que conducen a varias habitaciones rectangulares comunicadas entre sí, una de ellas con una no menos extraña absidiola, con atrio y puerta, quizás con revestimiento marmóreo, o con un altar, y de finalidad desconocida.

Un segundo edificio se adosa también a la pared meridional de la basílica pero en el extremo oeste, localizándose igualmente algunas habitaciones al Norte, lo cual llevó a Ma. Lluïsa Serra a pensar en la posibilidad de hallarse ante algún tipo de cenobio, algo que no sería de extrañar si tenemos en cuenta los casos de Es Cap des Port y, probablemente, de Sanitja, sin que podamos descartar del todo, sin embargo, que nos encontremos ante los restos de una más antigua villa romana encima de la cual, parcialmente, se habría levantado el edificio eclesial, al estilo del aparecido en el yacimiento de Villa Fortunatus (Fraga, Aragón).

En lo que a los mosaicos se refiere, parece que éstos eran muy parecidos a los de la basílica de Es Fornàs de Torelló, como si hubieran salido del mismo taller: Delante del altar, la base del cual sería cuadrada, con cuatro pies (stipites) y dos cavidades rectangulares (o loculus) que harían de lipsanotecas (cajas para reliquias), había dos leones enfrentados con una palmera en medio y detrás, diversos animales, casi todos marinos (peces, caracolas...); un poco más adelante, en el chorus, se localizaban cuatro cráteras en diagonal que contenían, cada una de ellas, una pirámide de hojas y frutos y, en medio, en el espacio vacío que dejaban las copas coronadas, se distinguían también varios animales, como conejos, patos, un ciervo, vacas...; finalmente, en la nave, o aula, central había una decoración más geométrica o floral con algún pato perdido. En la nave septentrional, el mosaico era de cuadriláteros curvilíneos y diversos motivos geométricos, mientras que del correspondiente a la meridional se conservan sólo unos pocos centímetros cuadrados que impiden asegurar como era su dibujo, probablemente como el de la anterior.

Finalmente, señalar la presencia de tres pequeñas tumbas en el interior de la pastoforia norte, construidas con losas adosadas al muro del sanctuarium, de dos más en el extremo occidental de la nave central y de restos de tumbas olerdolanas (antropomorfas excavadas en la roca) en el llano que hay al Sudeste, más allá del edificio sudoriental, aunque éstas aparecieron en muy mal estado por haber sido enterrados veinte soldados españoles del siglo XVIII encima.

Para terminar, en la habitación tras la cabecera, fueron hallados algunos fragmentos de mármol con una moldura distinta a la del altar y un fondo de plato con un ancla impresa y, en el edificio sudoriental, un fragmento de columna con capitel que probablemente era el soporte de un ara.


DIMENSIONES:


CRONOLOGÍA:

Mosaicos y capiteles parecen señalar hacia la época de dominio bizantino de la isla. Probablemente fue levantada en la segunda mitad del siglo VI d.C.


MONUMENTOS CERCANOS:

Los hipogeos talayóticos que bordean la "Costa de Ses Voltes", la calle que desde la antigua terminal marítima sube hasta el casco antiguo de Maó.


© Ferran Lagarda i Mata, 1996-2012 (texto y fotografías).